domingo, 20 de abril de 2014

Seis contra Seis.

Hace unas semanas, durante la retransmisión de un partido de la NBA de los New York Knicks, Antoni Daimiel, uno de los periodistas que se encargaba de la narración en Canal +, relataba una anécdota (de las muchas que cuenta en cada partido) que me llamó la atención. Mas o menos y si la memoria no me falla era así:

Tim Hardaway Junior, es un rookie, un novato que juega en los New York Knicks, uno de los grandes equipos de la NBA. Para bien o para mal, el padre de nuestro protagonista,es Tim Hardaway, un all-star de la NBA en los 90, que tiene retirada su camiseta con Miami Heat, con el numero 10, o sea, que caló tan hondo en Miami que ahora nadie puede llevar el numero 10.
Pero no todo ha sido fácil para nuestro protagonista en su camino hacia la liga americana. Tim juega con la cosa de llevar un apellido famoso. Eso quiere decir que tu padre conoce a mucha gente en el mundillo del basket, pero que continuamente te van a comparar con el y te van a exigir mas que otro jugador que no tenga pedigrí. O sea, mas presión que la botella de champán en una entrega de premios. 
Y por si ya fuera poco, su padre añadía mas leña al fuego. Hasta tal punto le metía caña al chaval,  que las estadísticas del bueno de Tim Jr bajaban notablemente cuando su padre iba a verlo jugar. Así que los entrenadores y su entorno, que veían futuro en el imberbe jugador, se reunieron con su padre y le expusieron la situación:o  cambiaba su actitud  o no podía ver a su hijo jugar. Así de clarinete!
De tal manera que, nuestro afamado padre.....hubo de rendirse a la evidencia. Pidió perdón a su hijo, y le prometió que iba a cambiar su forma de comportar. Y lo cumplió. A partir de entonces el joven Tim, libre de presiones extraordinarias, tuvo la regularidad necesaria en su juego, que le haría capaz de estar en la que para muchos es la mejor liga del mundo, en la NBA.

A colación de este tema de padres que quieren ver a su hijo convertido en Gasol...hay un corto genial auspiciado por la ACB, Seis contra Seis, que lleva la anécdota que he contado a un nivel mas cercano al nuestro. Vedlo,no tiene desperdicio alguno.



 

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