"Nuestra primera hoja amarilla" -la copia del acta que se da al equipo perdedor-. Esa fue la única frase que me dijo Ángela durante el trayecto que nos separaba del Colegio San Vicente hasta el coche en que regresaba a Avilés. Taciturna y pensativa, su rostro denotaba una mezcla del relax propio tras un partido de máxima tensión, sumado al cansancio producto de una noche anterior donde a buen seguro las manecillas del reloj no avanzaban como debieran.
Seguro que Ángela, una vez hubo descansado y dio carpetazo al partido, ya esta pensando en como reforzar los puntos débiles del equipo o de explotar los del rival. Las jugadoras por su parte, tendrán menos ansiedad en el próximo partido, gracias a la experiencia adquirida y el conocer a lo que les espera. La victoria nos llena de alegría porque es el reconocimiento al trabajo y esfuerzo diario, pero es en las derrotas donde se crece tanto como persona como jugador.
El Sanfer, sera el próximo sábado un equipo mas fuerte si cabe, y sin duda capaz de enjuagar los dos puntos necesarios para pasar la eliminatoria y entrar en la F4 de Gijón. Allí estaremos sus incondicionales seguidores, para animarlas y aplaudirlas, sin condiciones y sea cual sea el resultado final.
Seguro que Ángela, una vez hubo descansado y dio carpetazo al partido, ya esta pensando en como reforzar los puntos débiles del equipo o de explotar los del rival. Las jugadoras por su parte, tendrán menos ansiedad en el próximo partido, gracias a la experiencia adquirida y el conocer a lo que les espera. La victoria nos llena de alegría porque es el reconocimiento al trabajo y esfuerzo diario, pero es en las derrotas donde se crece tanto como persona como jugador.
El Sanfer, sera el próximo sábado un equipo mas fuerte si cabe, y sin duda capaz de enjuagar los dos puntos necesarios para pasar la eliminatoria y entrar en la F4 de Gijón. Allí estaremos sus incondicionales seguidores, para animarlas y aplaudirlas, sin condiciones y sea cual sea el resultado final.
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